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Propósitos para mejorar como familia en año nuevo

11 enero 2022

Extraído de ABC padres e hijos

El comienzo del nuevo año supone el mejor punto de partida para marcarse la puesta en marcha de esos propósitos que se suponen que nos pueden ayudar a mejorar como personas, pero también como familia. Una de las mejores maneras de hacerlo es convocar una reunión familiar en la que estén todos sus miembros, no solo los adultos, y que se planteen qué quieren mejorar para que el clima familiar sea más favorable.

Entre los propósitos más ansiados por las familias destaca, en primer lugar, tener más tiempo juntos.

Para lograr esta meta, el primer paso es que los padres consigan una buena organización y planificación de todas sus tareas de tal manera que se eviten las prisas y el estrés de, por ejemplo, los minutos previos de ir al colegio cada mañana para no acabar a gritos y que niños y mayores lleguen alterados a sus respectivos colegios o puestos de trabajo.

Otro de los objetivos más programados por los padres es lograr un ambiente de respeto. El respeto debe reinar en todos los hogares de forma imperante porque su presencia implica cariño, dulzura en el trato y que evitemos hacernos daño mediante acciones y frases incisivas.

No siempre es fácil mantener una actitud respetuosa porque en el día a día surgen muchas situaciones, personales y familiares, que nos pueden llevar al límite. Es en esos momentos cuando recomienda expresar nuestros sentimientos de nerviosismo, enfado, frustración o ansiedad y qué es lo que necesitamos para no estallar ante los demás. No se trata de trasladar nuestros problemas de adultos a los niños, pero sí de compartir emociones para que no sean ajenos a nuestro sentir. Hay que perder el miedo a decir lo que sentimos porque eso nos ayudará a regular las emociones desagradables y a que nuestros hijos aprendan a reconocerlas y saber también cómo afrontarlas.

Otra de las metas habituales es hacer realidad el trabajo en equipo y la ayuda colaborativa. Los niños desde muy pequeños pueden responsabilizarse de ciertas tareas del hogar. Es importante que los padres eduquen en corresponsabilidad que consiste en que contribuyan para el buen funcionamiento de la organización familiar con su aportación.

Para no caer en el incumplimiento de estos propósitos, se recomienda realizar reuniones familiares esporádicamente para evaluar el seguimiento de estas metas. No deben ser encuentros forzados como, por ejemplo, todos los lunes, sino que los padres deben aprovechar ciertos momentos de relajación para fomentar la comunicación y felicitar por los logros conseguidos o reforzar, en el caso de ser necesario, la constancia en estos propósitos, para que no queden en el olvido.

Los padres deben contar también con espacios para ellos mismos; es decir, no abandonar sus aficiones para dedicarse al cien por cien a sus hijos. Deben cuidarse para sentirse bien y poder cuidar a los demás y ofrecer la mejor versión de sí mismos a sus hijos. Esta debe ser la motivación principal para no decaer en los propósitos marcados: pensar que todo lo que se hace es por el bien de los hijos. Debemos recordarlas metas no se pueden afrontar todas a la vez, hay que ir poco a poco para lograr resultados a medio largo plazo. Todo necesita su tiempo.